En las tardes azules de estío, por el sendero iré, picoteado por los trigos, a pisotear la hierba menuda: Soñador, su frescura, en mis pies sentiré y dejaré que el viento bañe mi cabeza desnuda.
Ni hablaré, ni en nada pensaré: pero un infinito amor en mí sentiré arder, y al igual que un bohemio, lejos, muy lejos, iré por el campo - feliz como con una mujer.
que loco eso
ResponderEliminarque mona! ohoho
ResponderEliminartengo una ligera impresion de que se trata de una de mis antepasados
ResponderEliminar(y es que prefiero descender de un mono que de un hijo degenerado de Adân)